martes, octubre 18, 2005

Podria pensar un titulo... pero lo unico ke se me viene a la mente es su nombre...

Me recorres en silencio pero ahora si conozco tu nombre... me miras y reconozco tu mirada... oigo mi nombre en tus labios y me siento libre de pecado. Sé que por primera vez no hay otros y lo siento así, me nace desde el centro de mí estomago... lo siento como se mueve en mi garganta, puedo darme cuenta del nudo que se me hace al poder deletrear una frase de sinceridad plena que esta vez me deja respirar.
En ese instante, en ese segundo de éxtasis total nos encontramos sumergidos en un paraíso que solía resultarnos ajeno, nos encontramos sin darnos cuenta que no éramos el uno para el otro hechos a la medida de sanar heridas, nos dimos cuenta que teníamos todo un amplio lugar para poder herir, donde las “viejas heridas” ya no existían, ni el pasado ni el recuerdo. Pero teníamos noción de que ese espacio no lo queríamos herir. Ese espacio lo habíamos destinado para un nuevo sentido, para poder llenarlo de marcas, de recuerdos felices, de sueños por los que luchar, por un día de la mano, por una noche bajo las estrellas por un gritar hasta que el aliento no pueda dejar escapar una sola gota mas de aire un te amo sentido.
Me diste tu mano, y volví a enamorarme de ella. Me diste un beso y nunca mas los voy a poder olvidar, me diste tu confianza y espero nunca destruirla. Pero sobre todas las cosas me diste tu corazón, el que sin dudarlo cambie por el mío, y que juntos pudieran latir a la par...
Y hoy estoy acá, escribiendo una vez más palabras que nunca sé donde van a terminar, una historia que solo podemos construir nosotros, una paz que intenta no derrumbarse sobre los pies de otros... una mirada perdida que cada tanto me recuerda que me distraje en el recuerdo de su mirada... una pasión que galopa solo a su lado...

Y hoy no puedo escribir un final triste... porque no me lo puedo imaginar, quizá mas no quiera que no pueda... me perdí...