jueves, julio 28, 2005

eL eRa Yo-

Todo esta en calma. salgo a caminar y la soledad de las calles me recuerda un domingo lluvioso. no se oyen ninios jugando, no hay gente apurada por llevar a destino, ni ruidos de motores corriendo carreras al destino.
Justo al llegar a una eskina, lo recuerdo como si estuviese ahora en ese lugar, escuche su voz. tarareaba una cancion ke no conocia. me frene, simulando esperar a ke los 400 autos invisibles detuvieran su paso para poder cruzar mientras ke disimuladamente buscaba su rostro. cuando por fin lo vi. por el rabillo del ojo lo vi llegar. se paro a mi lado, simulando tambien ke esperaba la detension de lo inexistente para cruzar. cuando ya no se sostenia mas mi inmovilidad decidi cruza, el siguio mis pasos a la par, como si hubiesemos salido a caminar juntos.
En el momento justo, en akel instante donde ya nada tenia logica, donde no entendia ke pasaba decidi frenarme de golpe, encontrando la excusa de un cordon desatado, me agache y mientras me ataba el cordon levante la vista, lo mas disimuladamente posible para ver cual habia sido su reaccion, y ahi mismo lo vi, dos pasos mas adelante, no muy lejano estaba el, agachado en la misma posicion ke yo, atandose un cordon. me sorprendi, me asuste, pero ahi estaba, dandome la espalda.
Me levante, suavemente y con algo de temor, esperando que no dijera nada. en el instante en ke mis musculos se impulsaban contra la gravedad el hizo la misma accion. los dos nos habiamos parado depositando nuestro peso corporal en la pierna derecha. y en el mismo preciso instante ambos adelantamos el izkierdo. dabamos pasos a la misma velocidad, con la misma medida, xke el nunca dejo de estar dos pasos delante mio.
Y asi seguimos durante varias cuadras, el doblaba justo en la eskina que yo tenia que doblar. en un momento meti la mano en el bolsillo, acto seguido el metio la suya en el de el. yo buscaba un cigarrillo, casualidad, el tambien. Cuando acercaba mi mano para una bocanada mas de humo, notaba ke el realizaba la misma accion.
Cuando no soportaba mas la curiosidad intente acercarme, tocar su espalda, preguntar algo ke aunke no tenia claro ke era necesitaba una logica. pero me resulto imposible, fue como congelar mi mano al intentar tocarlo, fue como tocar mi espalda.
Mi sombra se habia personoficado... y era hombre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy Borges, muy bueno. Ya te lo dije en msn pero lo queria repetir acá.