sábado, mayo 07, 2005

SiLeNCioS (Parte II)

Comenzamos a caminar, de vez en cuando nos mirábamos, nos buscábamos en la mirada y nos reíamos de aquel momento en el que nos sentíamos un poco perdidos pero únicos. De vez en cuando recordábamos la situación de hacia instantes y nos parecía divertido, sin embargo casi manteníamos el silencio. Tenias mi mano entre la tuya, y la apretabas fuerte, como si dudaras de que realmente quería acompañarte. No sabia a donde me estabas llevando, pero confiaba en vos, sabia que no ibas a lastimarme, y fue así que sin preguntar seguía llevando mis pies uno delante del otro.
Los dos nos estábamos recién relajando, la respiración se había convertido en un acto natural de nuevo, la piel empezaba a calmarse, a sentirse suave una vez mas.
Mirabas las calles como buscando algo, como si en realidad no supieras bien a donde era que nos dirigíamos, o como si supieras pero te hubieses desorientado, mirabas a un lado y al otro, detenías tu mirada en mi de vez en cuando, haciendo que mis mejillas se encendieran. Después de un rato de caminar, empecé a sentir la presencia de mis piernas, ahora ya no temblaban, ahora se sentían un poco cansadas, después de semejante sensación, una larga caminata no era el mejor remedio. Me frene de golpe, tu mano casi se suelta de la mía en aquel tiròn inesperado. Te paraste en seco y me miraste con tanta preocupación que una leve risita se desprendió de mi. Tus ojos alarmados se relajaron frente a mi mirada cómplice. Comprendiste sin la necesidad de que dijera algo que ya empezaba a ponerme impaciente, que empezaba a querer llegar a algún lado. Ahora eras vos el que reía por lo bajo. Y dejaste escapar un “falta poco”, pero sin embargo no emprendimos la marcha tan rápido como había pensado, tomaste mi otra mano, ahora sostenías mis frías manos en las tuyas que se sentían tan calidas, las mirabas, las sentías y me mirabas, como intentando encontrar una explicación a lo frió que ellas desprendían. Te mire, con un gesto de no poder concederle una respuesta, levante los hombros envolviendo una respuesta lo mas simple posible, no comprendía yo tampoco el porque de aquello, simplemente estaban frías, aunque el aire que nos rodeaba era casi calido.
Fue ahí donde una oleada de sentimientos broto de mi, sin soltar tus manos rodee mi cintura con ellas, luego me desprendí y pase mis brazos sobre tu cuello, no necesitaba palabras, simplemente volver a sentir tu respiración. Pero esta vez nuestros cuerpos se juntaron mucho más, podían hasta confundirse con uno y tuve el hermoso placer de sentir como tu corazón latía con tanta rapidez que una vez mas la respiración comenzó a costar. Te bese el cuello, te solté y otra vez te ofrecí mi mano, como entregándome una vez mas a vos, a que condujeras aquel camino que no conocía.
Caminamos unas cuadras mas, a cada momento la noche se hacia mas oscura. Mis manos seguían frías, pero empezaban a abrigarse en las tuyas. Mis ojos no podías despegarse de vos, eras quien cuidaba de nosotros, no recuerdo haber mirado a un lado y al otro al cruzar la calle, no recuerdo mucho el lugar, todo pasaba desapercibido. Hasta que finalmente te detuviste frente a un edificio antiguo, con la mano que te quedaba libre comenzaste a revolver en tus bolsillos, con la otra seguías presionando la mía, eras conciente del abrigo que buscaba en ella y querías cobijarme. Sacaste unas llaves, seleccionaste cual era la que abriría la puerta y sin más me entregaste la posibilidad de seguir, me miraste fijo a los ojos y me entregaste aquel juego, enseñándome cual era la llave afortunada. Sin bajar un segundo la vista las tome con la mano que seguía teniendo libre, no podía distinguir que estaba mas frió, si aquel metal o mis manos. Las tome, te mire e intente que la llave encajara en la cerradura. Ese instante, aquel intento de introducirla duro siglos en mi mente, empezaba a temblar y todo me resultaba difícil, pero una vez dentro la llave te mire, buscando en tus ojos la complicidad que llevarían a que girara aquel pase a una nueva etapa, la encontré, gire la llave y entramos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Wow!!
Transmite mucho. Me parece que más alla de lo catártico que puede llegar a ser escribir. Me parece que te expresas muy bien, y que deberías escribir seguido. Sin tratar de sonar experimentada ni nada de eso, tenes muuuuucho talento. Me encantaron los adjetivos que usaste y como los usaste. Me dejaste con muchas ganas de seguir leyendo. Tiene una muy buena cadencia todo lo que escribiste.

Seguí así!!

&%&%&%&%&%&%&%&%&%&%&%&%&
Ahora, desde el punto de vista sentimentaloide. Me dan muchas ganas de abrazaste muy fuerte y no soltarte!!! Te quiero mucho!!!!

Lu

Anónimo dijo...

hay niña niña... me estas dejando perplejo con cada uno de estos capitulos...ke keres ke tediga, es re monona la historia... pero me viene a la memoria una pelicula, o mejor dicho me hace acordar a las peliculas de adolescentes ahi re melosos romanticones... ke se yo, jajaja es muy bonita la historia, llena de detalles y mi mente no dejaba de hacer los cuadros de cada uno de los relatos... esos escritos son los ke mas me gustan que te dan tanta data ke te terminas imaginando todo XD sos una capa, termina con la zaga y despues la mandamos a una editorial asi lo vendes ;P