jueves, agosto 02, 2007

No verlo...

La ceguera no le permitió verse. Y eso que podía ver más allá de la mirada. Sus ojos ocultaban el temor, la mirada perdida, la vista fija en el escape.
Sus ojos veían, podía distinguir todo aquello que le habían enseñado, la mirada no era un problema, pero sin embargo quería no verlos, no sentirlos, huir desesperadamente de la fijación que los demás tenían.
Había aprendido a ser, a acercarse con temores, a sentir desde las entrañas el amor hacia las cosas, pero la desconfianza lo había hecho callar, alejarse, no ver, no verla, no verse.
Y ahí estaba, mirando fotos viejas, recordándose, recordando todo lo que había sabido tener y cuidar con locura, lo que había perdido. Recordó detalles que había pensado que jamás reaparecerían, sintió hasta el aroma de su piel, de la piel de ella y ese olor pasional que desprenden las sabanas cuando uno ya no se despierta en soledad. Intentó lavar sus culpas, armo fantasías de culpas ajenas, de inmensidades ahogadas por los errores, y no se pudo ver.
Se durmió con las fotos en sus manos, recostadas sobre el lugar que solía ocupar ella.
Entre sueños recordó, lo pudo ver, sus golpes, sus marcas y el dolor. La visión se aclaraba a cada golpe que le daba, en cada gota que ella derramaba. Las sabanas de enredaban, sus piernas prisioneras del recuerdo.
Se despertó transpirado, con la respiración entrecortada, pero una vez mas no lo pudo ver, su ceguera no le permitía recordar. Un olor especial lo inundo, y aunque se avergonzó de reconocerlo sabía que era un aroma a cobardía.

--*--
Desde que paso lo que paso en el local, sabemos que quede mas asustadiza de lo que ya era. Recuerdo la cara del tipo y todo el temor ke senti en ese momento, me acuerdo de absolutamente todos los detalles, de todo y de mis precarias reacciones, de mi incapacidad de reaccion, pero sobre todas las cosas, recuerdo su "cobardia" escondida tras un arma...

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